Cinco horas. Ese fue el tiempo que médicos/as y personal de enfermería dedicaron para realizar un procedimiento de reanimación cardiovascular (RCP) a un niño de 8 años en China. El intenso esfuerzo de estos profesionales de la salud permitió que el pequeño volviera a la vida después de que su corazón se había detenido.

La proeza médica fue realizada en el Hospital Infantil Municial de Changzhou, provincia de Jiangsu, donde había sido internado el 20 de septiembre el niño Xiao Yu por una insuficiencia cardíaca aguda. Mientras estaba en el centro de salud, el paciente sufrió una convulsión debido a una miocarditis fulminante y, si bien lograron estabilizarlo en un primer momento, continuó presentando arritmias y cambios abruptos de la presión, por lo que los médicos tratantes escogieron programar su traslado al Hospital de Niños de Shanghái donde podría recibir un tratamiento de oxigenación con membrana extracorpórea.

Sin embargo, mientras esperaban la llegada de la ambulancia, la condición de Yu empeoró: su corazón y su respiración se detuvieron, y su presión arterial llegó a niveles tan bajos que hacían imposible su lectura. Fue entonces cuando los doctores decidieron iniciar el RCP, y no darse por vencidos hasta lograr salvar al niño.

Imágenes difundidas por el centro de salud muestran cómo los profesionales se turnaron cada uno por dos minutos para mantener la operación de resucitación de forma sostenida. Así, acumularon en total más de 30 mil compresiones de pecho que permitieron que la sangre continuara fluyendo hacia el cerebro y demás órganos de Yu. Los padres del pequeño acompañaron el proceso en todo momento, alentando a los médicos a seguir.

Transpirados, cansados y preocupados, los profesionales no se detuvieron y celebraron con aplausos los primeros latidos del corazón del niño, un sonido que indicaba que el esfuerzo había valido la pena.

En un comunicado de oficial del Hospital se detalló que “la confianza y el apoyo de los padres dieron un gran estímulo al personal médico general. En el campo de batalla de la unidad de cuidados intensivos, siempre ha sido así, siempre que haya una posibilidad de vida, es necesario hacer un esfuerzo al 100% y esforzarnos al máximo para luchar por la esperanza de vida para los niños. Esta es la responsabilidad, y ya es un instinto profesional”.

El doctor Li Yamin, quien participó en las maniobras de RCP que salvaron a Yu declaró a medios internacionales que él y su equipo hicieron “todo lo posible para salvar al niño, ya que sería una lástima si nos diéramos por vencidos con él”.

De igual forma, se conoció que otro de los doctores publicó en la red social WeChat: “estamos desesperados por salvar cada vida joven que está en riesgo con todos nuestros esfuerzos. El mundo no es tan terrible porque los amamos en silencio”.

Fuente: Comunicado oficial del Hospital Infantil Municial de Changzhou

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