El congreso internacional “Oportunidades de Investigación en Enfermedad Celíaca 2020”, organizado por la Fundación de enfermedad celíaca y la Sociedad para el estudio de la celiaquía, trazó los ejes sobre los que es necesario obtener información científica respecto de la enfermedad celíaca.
Hoy se conmemora, a nivel internacional, el Día del celíaco y, por lo tanto, es un momento importante para reflexionar sobre esta patología, que presenta el 1 por ciento de la población mundial. Aún es necesario desarrollar herramientas teóricas que permitan comprender la patogenia, el diagnóstico y el manejo de la enfermedad celíaca.
Precisamente, esos fueron los tres ejes que se trazaron en el congreso “Oportunidades de Investigación en Enfermedad Celíaca 2020”, organizado por la Fundación de enfermedad celíaca y la Sociedad para el estudio de la celiaquía. El evento fue realizado en la Universidad de Columbia, Estados Unidos, antes de que se implementaran medidas de distanciamiento social.
A continuación, se detallan los principales temas sostenidos en el congreso.
La investigación sobre la enfermedad celíaca ha revelado que:
Sin embargo, existe una comprensión limitada sobre:
Según estudios de cohorte infantil en Finlandia y Estados Unidos, en los últimos años los índices de celiaquía han aumentado. Pero los investigadores desconocen a qué se debe ese fenómeno y subrayan que la escaza inversión destinada al desarrollo de estudios científicos sobre la patología, impide elaborar una explicación causal.
Con respecto a los exámenes de diagnótico, las principales preguntas sostenidas por los especialistas fueron dos: a quién evaluar y cuándo. En este punto, existió un amplio acuerdo sobre la importancia de analizar a los familiares de primer grado del paciente. Por otra parte, sostuvieron que no hay suficientes datos para determinar si la detección de pacientes asintomáticos resulta beneficiosa.
De acuerdo con los especialistas, varios estudios aseveran que los pacientes no pueden sostener una dieta estricta sin gluten, pero por el momento, no existen otras alternativas de tratamiento.
Es sabido que la recuperación histológica (vellosidades y curación intestinal) es inconsistente, y existen indicadores de que los pacientes más jóvenes se recuperan mejor que los mayores.
Cabe destacar que se desconocen las implicancias, a largo plazo, de la enfermedad celíaca no diagnosticada.
Para Elena Verdú, MD, profesora de gastroenterología de la Universidad McMaster en Hamilton, Canadá, varias bacterias parecen desempeñar un rol en la recomposición del microbioma intestinal.
Verdú expresó que la producción de una proteína antiinflamatoria llamada elafin se reduce en personas con enfermedad celíaca. Por lo tanto, restaurarla podría bloquear el daño del revestimiento intestinal.
Diversos estudios han encontrado una alternativa microbiana natural que produce una proteína similar a la elafin. Ésta parece efectiva para prevenir el daño por gluten en ratones. Se necesitan investigaciones para demostrar su efecto en humanos.
Una dieta baja en FODMAP es sugerida para el tratamiento de los síntomas del síndrome del intestino irritable, que también pueden experimentar pacientes con enfermedad celíaca. No obstante, Peter Gibson, profesor de gastroenterología en la Universidad de Monash, Australia, informó sobre investigaciones en curso para explorar las posibles desventajas de esta dieta.
Los FODMAP incluyen una variedad de carbohidratos que resultan difíciles de digerir: oligo, di y mono sacáridos y polioles fermentables. Se encuentran presentes en diversos alimentos de origen vegetal y pueden causar una fermentación incómoda en el tracto digestivo inferior.
Restringir temporalmente de la dieta los alimentos que contienen FODMAP puede restaurar al paciente un microbioma intestinal más saludable. Luego, los FODMAP se pueden reintroducir progresivamente.
Pero existen algunos inconvenientes con respecto a la dieta baja en FODMAP:
Celiac.org
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