La gestión adecuada y eficiente de recursos hospitalarios suele ser motivo de preocupación de los sistemas sanitarios de todo el mundo. Pero en países con economías emergentes, como los de América Latina, resulta una prioridad. Las autoridades saben que el desbalance entre la oferta y la demanda en servicios de salud frágiles desata crisis en la atención. La región ya lo ha experimentado con la pandemia por COVID-19 y la gestión de camas hospitalarias.

Durante los periodos más críticos de la emergencia sanitaria la gestión de camas hospitalarias ha tenido un rol central y hasta notoriedad mediática. Un nuevo trabajo, que involucró a pacientes con enfermedades cardiovasculares, demuestra que es factible adaptar métodos empleados en el marketing digital para optimizar el uso de dicho recurso. Se la conoce como estrategia de “follow up” y logra impactar de lleno en algunos indicadores de las gestión de camas: disminuye el promedio de días de estancia hospitalaria, el índice de sustitución de camas y la estancia prolongada.

Innovación en la gestión de camas

La evidencia viene desde México y surge de una investigación publicada recientemente en la Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social. En primer término, lleva la firma del Dr. Luis Antonio Moreno Ruiz, integrante del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI. La metodología del estudio involucró un diseño cuasiexperimental, transversal y comparativo. El foco estuvo puesto en medir el impacto de la denominada estrategia de “follow up” en la gestión de 52 camas de ese centro de alta demanda.

La estrategia de “follow up” tiene sus orígenes en el marketing digital. Consiste en un método que se utiliza para el seguimiento puntual de un cliente potencial. La conexión, a través de un proceso de cinco etapas, logra incrementar la cantidad de ventas y la rentabilidad de la empresa que lo emplea. La innovación gerencial de los investigadores mexicanos tiende a adaptar ese método a la gestión de camas hospitalarias.

Una labor que incluyó tareas de planificación basadas en registros institucionales, la detección de pacientes con estadías prolongadas y la comunicación con sus profesionales tratantes. Además, no dejó de lado la toma de decisiones encaminadas a permitir el correcto flujo del proceso de atención hospitalaria, ni la medición del impacto de la estrategia en indicadores que delatan la gestión de camas.

Mejoras en los indicadores de gestión sanitaria

Durante 2018, alrededor de 2.779 pacientes del mencionado centro sanitario recibieron la estrategia de “follow up”. Habían ingresado en su mayoría por cardiopatías isquémicas (45%). Aunque también existieron otras patologías, tales como trastornos de la conducción o bloqueos (24%), valvulopatías (18%), cardiopatías congénitas del adulto (3%) y cardiomiopatías (2%). El análisis del impacto del método fue factible gracias a la comparación con pacientes que transitaron la hospitalización durante 2017 y no habían recibido la intervención.

En relación con el grupo control, los pacientes bajo “follow up”registraron: una reducción del promedio de días de estancia hospitalaria [5,7 (5,5-6,1) frente a 6,5 días (6,1-6,9),p = 0,01], caídas en el intervalo de sustitución de camas [0,6 (0,4-0,8) frente a 1,2 (0,8-1,3), p = 0,01], y disminuciones en la estancia hospitalaria prolongada [23,6 (21,6-24,7) frente a 26,3% (24,4-28,7), p = 0,02].

El promedio de días de estancia suele utilizarse en gestión sanitaria como un indicador de eficiencia y calidad en la atención sanitaria. Involucra el tiempo de atención que demanda la resolución del problema, la agilidad en la prestación de los servicios, la organización en el flujo de pacientes y el aprovechamiento del espacio hospitalario.

Además, en dicha área se conocen las dificultades que desencadena la estancia hospitalaria prolongada. Limita la capacidad de recepción y acceso de los enfermos a una cama hospitalaria. Pero, también incrementa los costos de atención y en los pacientes aumenta el riesgo de eventos adversos.

Resta conocer mejor el impacto económico

Nuevas investigaciones diseñadas para tal fin deberán establecer mejor el impacto económico de la comentada estrategia. Pero se cree que la intervención se asocia con un ahorro importante para los sistemas sanitarios.

“Quienes tienen roles gerenciales en salud se ven diariamente en la obligación de realizar un análisis detallado de los resultados de este tipo de mediciones”, comentan los autores en el artículo. Además, citan a trabajos que indican que más allá del cumplimiento de metas, siempre existe la posibilidad de mejora continua en gestión sanitaria. “Siempre se parte de la aspiración de ser productivos, eficientes, eficaces y efectivos, en paralelo a la prestación de servicios de calidad”, concluyen.