"Las personas con diabetes tipo 1 tienen una tasa cinco veces mayor de fractura de cadera y menor (DMO) que las personas sin diabetes", escriben la Dra. Anne Schwartz, de la Universidad de California en San Francisco, y sus colegas en The Lancet Diabetes and Endocrinology.
En los adultos mayores con diabetes tipo 1, el mal control glucémico, la acumulación de productos finales de glicación avanzada (AGE) y la enfermedad renal fueron factores de riesgo independientes para una menor densidad mineral ósea (DMO) de la cadera en un estudio observacional.
“Las personas con diabetes tipo 1 tienen una tasa cinco veces mayor de fractura de cadera y menor (DMO) que las personas sin diabetes“.
Datos provistos por la Dra. Anne Schwartz, de la Universidad de California en San Francisco, y sus colegas en The Lancet Diabetes and Endocrinology. “Sin embargo, no está claro qué aspectos de la diabetes o de su gestión son los responsables”.
El Dr. Schwartz dijo a Reuters Health por correo electrónico: “Un hallazgo importante en este estudio es que la enfermedad renal se asocia con una menor DMO independiente del control glucémico a largo plazo”.
“Teníamos los datos sobre el control glucémico (durante los más de 30 años anteriores) para estar seguros de que nuestros análisis controlaban este factor. Una implicación clínica es que las medidas para prevenir específicamente la enfermedad renal, más allá de mantener un buen control glucémico, probablemente tengan un impacto positivo en la densidad ósea“.
“El hallazgo sorprendente fue que la acumulación de AGE se asocia con una menor DMO“, dijo. “No comparamos nuestros resultados con los controles no diabéticos, pero podemos hipotetizar a partir de ellos que la acumulación de AGE podría ser una de las vías que hace que los que tienen T1D tengan una DMO más baja que los no diabéticos“.
“No conozco enfoques clínicos probados para reducir la acumulación de AGE, aparte del buen control glucémico”, señaló. “Nuestros resultados proporcionan otra razón por la que el análisis en esta área es necesario”.
Este estudio transversal se integró en un estudio observacional a largo plazo, Epidemiology of Diabetes Interventions and Complications (EDIC). Fue mediante una cohorte de participantes con diabetes de tipo 1 que se inscribieron originalmente en el Diabetes Control and Complications Trial y que fueron seguidos durante más de 30 años en 27 centros de Estados Unidos y Canadá.
El resultado primario fue la DMO total de la cadera.
Durante el EDIC, la DMO de la cadera, la columna vertebral y el radio, así como la puntuación ósea trabecular (TBS), se midieron con DXA en una visita anual (2017-19). El promedio de HbA1c ponderada en el tiempo, la enfermedad renal y la neuropatía periférica se midieron anualmente a lo largo del estudio, y la retinopatía se midió cada cuatro años.
La fluorescencia intrínseca de la piel (una medida de AGE) y la neuropatía autonómica cardíaca se evaluaron una vez (2009-10).
Un total de 1.058 pacientes del estudio EDIC que completaron al menos una serie de exploraciones DXA fueron incluidos en el análisis actual. La edad promedio de los participantes era de 59 años, el 48% eran mujeres y el 97% eran de raza blanca.
Una promedio más alta de HbA1c, una mayor fluorescencia intrínseca de la piel y la enfermedad renal (pero no de la retinopatía o la neuropatía) se asociaron de forma independiente con una DMO total de la cadera más baja.
La DMO total de cadera difería en -10,7 mg/cm2 por cada aumento del 1% en el promedio de HbA1c; -20,5 mg/cm2 por cada 5 unidades más de fluorescencia intrínseca de la piel; y -51∙7 mg/cm2 en aquellos con enfermedad renal.
Se encontraron asociaciones similares para la DMO del cuello del fémur y del radio ultradistal, pero no para la DMO de la columna lumbar o la TBS.
https://bit.ly/3wQfFsw y https://bit.ly/3GnOCI6 The Lancet Diabetes and Endocrinology, online 13 de mayo de 2022.
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