Hoy, se conmemora un nuevo Día Internacional contra el Cáncer Infantil. La efeméride busca dar visibilidad a este importante problema de salud pública. Pero también incrementar el apoyo a niños y adolescentes con cáncer, a los sobrevivientes y a sus familias. Este año el mensaje gira en torno a dejar en claro que una mejor sobrevida para los niños y niñas es posible. La fecha, también resulta oportuna para agradecer a familiares y cuidadores por el impacto positivo que tienen en las vidas de quienes padecen cáncer.

“En este día hablamos por los niños, adolescentes y adultos jóvenes con cáncer de todo el mundo, pero especialmente por quienes viven en países en donde las tasas de supervivencia aún son escandalosamente bajas”, comenta João de Bragança, presidente de Childhood Cancer International, una de las entidades que se encuentra detrás de la iniciativa. Y agrega que “en todos los rincones del mundo, vemos progreso y dedicación, eso llena nuestros corazones de esperanza, pero debemos, y podemos, mejorar las tasas de supervivencia en países de ingresos medios y bajos”.

Cáncer infantil: una causa de muerte principal

El cáncer es una de las principales causas de muerte entre niños y adolescentes de todo el mundo. Según estadísticas, aproximadamente 400.000 personas entre 0 y 19 años son diagnosticadas con esta condición cada año. En América Latina se estima que al menos 29.000 niñas, niños y adolescentes menores de 19 años resultan afectados por el cáncer anualmente. Lamentablemente, de ellos, alrededor de 10.000  fallecen a causa de esta enfermedad.

Desde la Organización Mundial de la salud (OMS), resaltan que en los países de ingresos altos más del 80% de los niños afectados de cáncer se curan. Pero en muchos países de ingresos medianos y bajos, la tasa de curación cae al 20%.

“La probabilidad de que un niño sobreviva a un diagnóstico de cáncer depende del país en el que vive”, comentan desde la organización.

Para la OMS, en los países de ingresos bajos, o medianos, las defunciones evitables por cáncer infantil obedecen a: falta de diagnóstico, diagnósticos incorrectos o tardíos, limitaciones en el acceso a la atención sanitaria y además al abandono del tratamiento. También influyen problemas relacionados con la toxicidad a medicamentos, o un inadecuado manejo de las recidivas de la enfermedad.

La mayoría de los cánceres infantiles se pueden curar con un tratamiento oportuno. Pero solo un 29% de los países de ingresos bajos declara que su población infantil tiene disponibles medicamentos contra el cáncer. El porcentaje, en cambio, es de un 96% de los países de ingresos altos.

Entre las patologías malignas más frecuentemente diagnosticadas se destacan las leucemias, los cánceres cerebrales y los linfomas. Además, se reportan en elevada frecuencia neoplasias sólidas, como el neuroblastoma y el tumor de Wilms.

Mejorar la sobrevida

Para 2030, la OMS ha fijado como meta una sobrevida global del 60% para los niños y niñas con cáncer infantil. Para lograrlo proponen mejorar el diagnóstico precoz de estas patologías. “Cuando el cáncer es detectado en una fase temprana, es más probable que responda a un tratamiento eficaz, lo que eleva la probabilidad de supervivencia, disminuye el sufrimiento y, a menudo, exige un tratamiento más económico y menos intensivo”, aseguran desde la entidad.

En 2018, la OMS, con el apoyo de otros efectores, ha puesto en marcha la Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil. Ofrece a los gobiernos pautas y asistencia técnica, con la finalidad de ayudarlos a establecer y mantener programas de calidad para este importante problema de salud. Una iniciativa interesante tiene que ver con una plataforma mundial para el acceso a medicamentos contra el cáncer Infantil. Resulta la primera iniciativa global de este tipo y procura asegurar un suministro ininterrumpido de fármacos para estos tumores.

En el último tiempo se han registrado adelantos muy importantes en el tratamiento del cáncer infantil. Como ejemplo podría citarse lo sucedido con la leucemia aguda, el tipo de cáncer más frecuente en la infancia. Se trata de una enfermedad que hasta hace 30 años era considerada inevitablemente fatal. En la actualidad cuenta con una sobrevida a 5 años superior al 70%. Pero el impacto del cáncer infantil aún se traduce en años de vida perdidos y en desigualdades. “Esto puede y debe cambiar”, comentan en la OMS.