Lo anterior significa una mejora general de 7.3 puntos en el entorno de seguridad alimentaria en México en los últimos 11 años.

El análisis GFIS evalúa cuatro aspectos básicos: asequibilidad, disponibilidad, calidad y seguridad, sostenibilidad y adaptación.

Puntuaciones

En este sentido, la puntuación más alta de la evaluación mexicana fue en el rubro de calidad y seguridad de alimentos, con un 78,9%, por lo que se coloca en el puesto 24 a nivel mundial y el 4 en América Latina, por un buen desempeño en estándares nutricionales, calidad proteica y seguridad alimentaria.

La puntuación más baja fue en la disponibilidad, con un 60%, ubicándose en el puesto 54 mundial y el 10 en Latinoamérica, debido a un débil desempeño en investigación, desarrollo e infraestructura agrícola y en la cadena de suministro.

En el rubro de asequibilidad ocupa el puesto 52 a nivel mundial y el 6 latinoamericano, porque ha experimentado una mayor volatilidad en los precios de los alimentos durante 2021 y 2022.

Respecto a la sostenibilidad y adaptación se colocó en el lugar 28 mundial y el 7 en América Latina, sobre todo porque en los últimos 11 años ha tenido un sólido desempeño en la gestión del riesgo de desastres y un gran avance para adaptarse al cambio climático; sin embargo, aún se necesitan esfuerzos adicionales para proteger los recursos naturales que abarcan la tierra, los océanos, los ríos y los lagos del territorio nacional.

Salud y nutrición

Durante 2021, al menos 60.8% de los hogares mexicanos presentaron algún tipo de inseguridad alimentaria, es decir, preocupación por el acceso a los alimentos o incluso algún miembro de la familia dejó de comer debido a la falta de recursos para adquirir alimentos.

Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), 60.8%, de 12,520 hogares encuestados, señaló la prevalencia de inseguridad alimentaria; 34.9% presentó inseguridad leve; 15.8% dijo tener inseguridad moderada y 10.1% se colocó en inseguridad severa.

Fue en los hogares rurales donde se observó una mayor proporción de inseguridad alimentaria, con un porcentaje general de 71%, de los cuales 39.7% fue leve, 19.2% moderada y 12.1% severa. Seguido por los hogares en zonas urbanas, en donde 66.4% presentaron algún tipo de inseguridad alimentaria: 36.3% inseguridad leve, 18.3% moderada y 11.8% severa.

En contraste, los hogares metropolitanos mostraron una inseguridad alimentaria de 53.5%, de la cual 32.2% fue leve, 13.0% moderada y 8.3% severa.

El concepto de seguridad alimentaria surge en la década de 1970, basado en la producción y disponibilidad alimentaria a nivel global y nacional. En los años 80, se añadió la idea del acceso, tanto económico como físico, y en la década de 1990 se llegó al concepto actual que incorpora la inocuidad y las preferencias culturales.