El dispositivo fue desarrollado con nanotecnología y y distingue infecciones por E Coli con un método de glicoproteínas combinadas
Diez minutos. Ese es el tiempo en el que es posible identificar la presencia de los distintos serotipos de la bacteria Escherichia coli (E coli), causante del Síndrome Urémico Hemolítico, con un nuevo kit de diagnóstico que ha sido desarrollado por investigadores argentinos.
Este dispositivo no sólo permite reducir significativamente los casi cuatro días que solía demorar el diagnóstico con las pruebas de laboratorio comunes, sino que también ofrece una modalidad simplificada y de bajo costo que resulta idónea para centros de salud primaria y ambulatorios, a donde suelen acudir los pacientes con las primeras sintomatologías.
El novedoso kit funciona con una metodología similar a la de un test de embarazo, con una banda en la que la aparición de dos líneas doradas anuncia el diagnóstico después de haber entrado en contacto, en este caso, con una pequeña gota de sangre o suero del paciente.
Así lo aseguran los investigadores del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad Nacional de San Martín (IIB-UNSAM), Andrés Ciocchini y Diego Comerci quienes, junto con el también científico de la entidad Juan Ugalde, y dos socios privados crearon Chemtest, la empresa que ha desarrollado el método de diagnóstico.
Desde sus oficinas en la incubadora de nanotecnología de la UNSAM, Ciocchini y Comerci conversaron con Océano Medicina y mostraron el dispositivo que viene a significar un nuevo paso adelante en un proceso de larga data que inició con el desarrollo de un modelo de tipo Glyco-ielisa que ya es utilizado en algunos centros de salud especializados y que ofrece los resultados en tres horas. Su uso demostró una eficiencia comprobada al aumentar la certeza del diagnóstico de 26% de los casos a 85% en dos años.
Con el mismo principio, pero ahora con una modalidad portable que fusiona la biotecnología con nanotecnología, han presentado el nuevo sistema que fue galardonado en la más reciente edición del Premio Innovar, y del que conversan en esta entrevista.
-¿Por qué decidieron centrar sus investigaciones en el diagnóstico de la E Coli y el Síndrome Urémico Hemolítico?
-Es una enfermedad muy compleja. Lo que se detecta con este kit son infecciones de la bacteria E Coli que, en el peor de los casos, puede causar el SUH. Esto es importante en Argentina, por varias cosas. Para empezar, este síndrome fue descrito por primera vez en el país, a mediados de los 70 por el pediatra Carlos Gianantonio, quien estableció un protocolo de contención que es el que se sigue utilizando hasta el día de hoy, porque el SUH es una enfermedad que no tiene tratamiento sino contención y se tiene que resolver sola.
-Además, a diferencia de otras partes del mundo donde esta enfermedad causa brotes epidémicos asociados a intoxicaciones puntuales, Argentina tiene el lamentable privilegio de tener alrededor de unos 500 casos nuevos por año en niños infectados por esta bacteria y que desarrollan el SUH. Es una de las incidencias más altas del mundo.
-Uno de los problemas de esta enfermedad es que, si bien hay un porcentaje bajo de letalidad sobre todo en casos pediátricos, en general deja secuelas de por vida: problemas renales, hipertensión o problemas neurológicos. El SUH es una de las primeras causas de trasplante renal en adolescentes. Entonces, el costo para el sistema de salud es importante, porque son pacientes crónicos que hay que seguirlos por lo menos hasta la adultez.
-¿Por qué era necesario agilizar el diagnóstico de esta patología?
-En Argentina, había una carencia en cuanto al tipo de diagnóstico: sólo se podía llevar a cabo uno de tipo microbiológico, que implica un aislamiento, lleva tiempo, es oneroso y que no todos los laboratorios y centros del país lo podían realizar. Entonces, en general, el diagnóstico se centralizaba en el Instituto Malbrán, pero era más a nivel casuístico que epidemiológico. Lo que queríamos era ver si se podía desarrollar algún test temprano que permitiera, antes de que esté muy desencadenado el síndrome, tener la presunción de que podía presentarse y para darle la atención adecuada al paciente en tiempo y forma, ya que las decisiones médicas en las primeras instancias de la enfermedad pueden ser cruciales.
-Entonces, el diagnóstico temprano puede cambiarlo todo porque, si bien no hay un tratamiento específico para el SUH, sí puede complicarse si se administran fármacos errados como antibióticos, y conocer lo que tiene el paciente es fundamental para conseguir un mejor pronóstico.
-¿Cómo realizaron el desarrollo de su metodología de diagnóstico?
-Fue un proceso largo. Todo empezó como un proyecto de investigación con el Instituto Malbrán donde, por un lado, contábamos con una serie de moléculas desarrolladas en el IIB-UNSAM, que en 2015 vimos que podían tener potencial para estos diagnósticos.
-Después, vino todo un proceso de desarrollar el diagnóstico en formato Elisa y lo validamos con el Instituto Malbrán. En el año 2016, salió publicado en el Boletín Oficial de Salud Pública la implementación de este método en el servicio de micropatogenia, que llevó el diagnóstico del SUH en Argentina, entre el 2014 al 2016, del 26% al 85% de precisión. Esto mismo fue probado en Holanda y el resultado fue de 89% de eficacia, lo cual muestra que efectivamente hemos dado en la tecla con un método de diagnóstico certero y temprano.
-Paso siguiente, creamos la empresa Chemtest, gracias al proyecto del Fondo Argentino Sectorial del que era el Ministerio de Ciencia y Tecnología, que buscaba era financiar la creación de empresas de base tecnológica que hicieran investigaciones avanzadas en el sector público; y con aporte de capital privado, no solo de los investigadores sino también de capital local argentino. Hoy en día, Chemtest desarrolla varios diagnósticos para varias enfermedades utilizando esta misma tecnología.
-¿Cómo funciona el kit portable?
-Se coloca una gota de sangre y cuatro gotas del reactivo en la tira reactiva, y a los 10 minutos se lee el resultado. Si aparecen dos bandas, el test indica la presencia de la bacteria E Coli 157, y también hemos desarrollado otro que agrupa todos los serotipos. El médico, ante esta confirmación que antes podía demorar 3 o 4 días, ya sabe cómo proceder y puede estar atento a que esto puede desencadenar en SUH.
-¿Cómo actúa el sistema de las glicoproteínas recombinantes para la identificación de infecciones por E Coli en el organismo?
-Lo que nosotros llamamos glicoproteínas recombinantes es una combinación de ingeniería genética y biología de azúcares que generan este tipo de moléculas novedosas que permiten estas posibilidades de diagnóstico de altísima precisión. Esta tecnología permite acoplar este tipo de moléculas para identificarla. Tener la posibilidad de acoplar esa molécula a una proteína y poder desarrollarla para distintos tipos de bacteria es un método que funciona no solo para esta infección. Funciona como una plataforma que permite acoplar distintos tipos de molécula para diagnosticar distintas infecciones.
-Las bacterias tienen en su superficie estos azúcares que funcionan como una capa protectora. Entonces, la mayoría de los anticuerpos, cuando se tiene una infección, van dirigidos contra esas estructuras. Poder tomar esas estructuras y recombinarlas para aplicarlas acá es el secreto de esta tecnología.
-Hicimos un par de pruebas a nivel de concepto, usamos los azúcares de la bacteria y lo que se detectan son los anticuerpos presentes en el paciente que reconocen el azúcar de la superficie. Así, las dos bandas señalan que el sistema inmunológico respondió ante esas bacterias y eso indica que el paciente las tienes. Este método lo hemos patentado y es único en su tipo a nivel mundial.
-¿Cómo utilizaron la nanotecnología para el desarrollo de las tiras reactivas?
– Para desarrollar las tiras reactivas, hubo que hacer un desarrollo que requirió combinar toda la parte biotecnológica con productos de nanotecnología. Básicamente, utilizamos nanopartículas de oro que son las que permiten que aparezcan las bandas coloreadas para visibilizar el diagnóstico.
-¿Qué hace falta para que el kit portable empiece a ser comercializado y utilizado en el país?
-El formato Elisa ya está siendo comercializado, ya está aprobado por ANMANT. En cambio, el portable está en proceso de aprobación y asumimos que ya a fin de año podremos tenerlo para que empiece a agilizarse el diagnóstico y a generar el impacto médico y social en el abordaje de esta patología.
Avanzan en la aprobación de un suero para prevenir el Síndrome Urémico Hemolítico. CONICET . 2019
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