La doctora Silvia García, Jefa del Servicio de Neonatología del Hospital Posadas, explica el abordaje de las patologías quirúrgicas más frecuentes en niños recién nacidos. También menciona los cuidados que conllevan, antes y después de la cirugía.
Las niñas y los niños recién nacidas/os pueden presentar diversas patologías quirúrgicas que requieren de cuidados pre y posquirúrgicos específicos.
Entre las patologías quirúrgicas más frecuentes se encuentran los trastornos intestinales como la enterocolitis necrotizante, que demanda una evaluación quirúrgica y, en muchos casos, la cirugía. Como así también las alteraciones del desarrollo facial (labio leporino, síndrome de Pierre Robin).
También se pueden mencionar las malformaciones pulmonares (secuestro pulmonar, malformación adenomatoidea quística, enfisema lobar congénito). Y los defectos en la pared abdominal (gastrosquisis, onfalocele). Dentro de este grupo se incluyen, además, las malformaciones digestivas (atresia de esófago, quistes de colédoco, mal rotación intestinal, duplicaciones intestinales).
En diálogo con Océano Magazine, la doctora Silvia García, Jefa del Servicio de Neonatología del Hospital Posadas, explicó algunas de estas patologías y cómo son abordadas en los servicios de neonatología. También, se refirió a los cuidados previos y posteriores a las intervenciones quirúrgicas que deben ser realizados a los y las recién nacidos/as. Estos contenidos estarán presentes en el curso online de Océano Medicina sobre “Patología quirúrgica neonatal y cuidados pre y posquirúrgicos”, a cargo de los doctores Alejandro Rizk y Claudia Lavecchia.
– ¿Podría mencionarnos algunos de los cuidados prequirúrgicos que se realizan a niños/as recién nacidos con patologías quirúrgicas?
– Debemos optimizar la situación del paciente y su familia, abarcando todas las medidas pertinentes para favorecer una mejor recuperación posquirúrgica y disminuir la posibilidad de complicaciones. Es importante conocer los antecedentes perinatales, realizar una historia clínica y un examen físico completo. También es necesario pedir exámenes complementarios, dirigidos a tomar medidas que tengan implicancias en el acto quirúrgico, en la anestesia y en los cuidados posquirúrgicos.
– ¿Los cuidados difieren en cada patología?
– Los cuidados pre y posquirúrgicos están normatizados para cada patología, pero hay aspectos básicos en la atención de un recién nacido con patología quirúrgica que se deben cumplir en todos los casos.
– ¿Cuáles son?
– Tener en cuenta la estabilidad hemodinámica, que consiste en mantener una hidratación, una nutrición parenteral y una ventilación acordes a las necesidades de cada paciente recién nacido. También hay que realizar una solicitud de sangre compatible condicional al servicio de hemoterapia, una evaluación cardiológica, un hemograma y coagulograma. Además, se debe efectuar un manejo de sedación y analgesia, proporcionar antibióticos profilácticos, baños prequirúrgicos y la firma del consentimiento de los padres.
Según la doctora García, “las complicaciones dependen de la patología que presente el recién nacido. En el caso de la hernia diafragmática, se deben cumplir criterios de estabilidad hemodinámica para ingresar al paciente a un acto quirúrgico. Por ejemplo: diuresis > 1 ml / kg / h; fio 2 <0,5, saturación preductal de oxígeno entre 85 por ciento y 95 por ciento. Además se debe contemplar la presión arterial media normal para la edad gestacional, lactato <3 mmol / l, y presiones arteriales pulmonares estimadas menores que la presión sistémica”.
– ¿Qué pasa cuando estos criterios no se cumplen?
– Cuando estos criterios no se cumplen dentro de las dos semanas de vida, hay que considerar intentar una cirugía o un enfoque paliativo, situación que debe ser considerada con la participación de los padres, debido a su altísima mortalidad.
– ¿Cuáles son los mayores inconvenientes que se presentan en este tipo de patologías quirúrgicas?
-Una consecuencia no deseada de los avances en la atención clínica- quirúrgica neonatal, es que, por ejemplo, en la hernia diafragmática ha mejorado la supervivencia de los recién nacidos. Está pasó del 50 por ciento a casi el 80 por ciento en las últimas tres décadas. Sin embargo, ha aumentado la frecuencia y la severidad de la morbilidad entre los sobrevivientes.
El impacto sanitario y económico de la morbilidad relacionada con esta patología se compara con el de otras enfermedades crónicas. Sus complicaciones más frecuentes son la enfermedad pulmonar crónica y la hipertensión pulmonar crónica, reflujo gastroesofágico, la hipoacusia, la falla en el crecimiento, las alteraciones del neurodesarrollo y las malformaciones esqueléticas.
La doctora García destaca que a la hora de abordar este tipo de patologías se trabaja de manera interdisciplinaria (neonatólogos, enfermeras neonatales, anestesistas pediátricos, cirujanos infantiles, cardiólogos, hemoterapia). Asismismo, sostiene que se hace foco en el apoyo emocional a las familias. Para ejemplificar este abordaje menciona el Proyecto Mariposa, que consiste en contener a las familias que sufren la pérdida de un bebé, después de un embarazo múltiple.
En este tipo de casos, los profesionales deben preparar a la madre para el alta. Pero, tal vez lo más importante, deben ofrecer a los padres la oportunidad de recordar al bebé y acompañarlos mientras transitan su duelo.
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