Investigadores de Stanford desarrollan un test sanguíneo que podría precisar con antelación la edad gestacional y el riesgo de prematurez
Conocer desde el primer trimestre del embarazo las posibilidades de que el parto se presente de manera prematura podría dejar de ser algo imposible para madres, padres y obstetras. Una investigación realizada en la Universidad de Stanford, Estados Unidos, alcanzó el desarrollo de un test sanguíneo que puede podría determinar en muy poco tiempo, y con exactitud, dos factores que hasta ahora eran difíciles de precisar: la edad gestacional y el riesgo de prematuridad del nacimiento.
El hallazgo fue publicado en la revista científica Science, donde se explica que la clave para elaborar el test estuvo en la designación e identificación de biomarcadores en muestras de sangre materna a través de la medición de transcritos del ARN de células libres.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores contaron con una muestra de 38 mujeres, de las cuales 25 tuvieron partos de término completo y 13 de pretérmino, pero todas con un riesgo elevado de parto prematuro. Al analizar sus muestras de sangre, los científicos identificaron siete transcripciones de ARN que les permitieron clasificar con precisión a las mujeres que dieron a luz antes de término con hasta 2 meses de anticipación al trabajo de parto y convertir esa data en biomarcadores.
Ya anteriormente, en un estudio piloto con muestras de sangre tomadas mensualmente a 31 mujeres embarazadas de Dinamarca, el equipo se había aproximado a las formas de leer y comparar las concentraciones de ARN para determinar los tiempos de gestación y realizar estimaciones a futuro. En Science, el equipo lo explica: “usando estimaciones de concentraciones de ARN en sangre a través de todos los genes y todos los embarazos, descubrimos que los genes dentro de cada conjunto (es decir, placentario, inmune y fetal) estaban altamente correlacionados entre sí y que el ARN placentario y fetal tenían una correlación cruzada débil. Estos hallazgos sugirieron que el ARN correspondiente a genes placentarios podría proporcionar una estimación precisa del desarrollo fetal y la edad gestacional durante el embarazo”.
El equipo que llevó a cabo estos estudios estuvo liderado por el científico Stephen Quake, de Stanford, quien se mostró optimista en lo relativo a la importancia de este hallazgo para ofrecer a las mujeres una atención más precisa durante su gestación y para prever y tratar con anticipación las posibles complicaciones relativas a la prematuridad del nacimiento del bebé.
Según publican en Science, “las pruebas de sangre no invasivas que brindan información sobre el desarrollo fetal y la edad gestacional podrían mejorar la atención prenatal. El ultrasonido, el estándar actual, no siempre es asequible en entornos de bajos recursos y no predice el nacimiento prematuro espontáneo, una de las principales causas de muerte infantil. Estas pruebas son prometedoras para la atención prenatal tanto en el mundo desarrollado como en desarrollo”.
Con todo, los autores también señalan que sus resultados “aun requieren validación en ensayos clínicos más amplios y ciegos” antes de que el test que idearon pueda ser masificados y utilizado con normalidad en las consultas prenatales.
La Organización Mundial de la Salud estima que cada año nacen unos 15 millones de niños prematuros (antes de que se cumplan las 37 semanas de gestación). 60% de ellos nace en el África subsahariana y en Asia meridional.
Según el máximo ente sanitario, las complicaciones relacionadas con la prematuridad, principal causa de defunción en los niños menores de cinco años, provocaron en 2015 aproximadamente un millón de muertes.
En Argentina, se estima que siete de cada cien nacimientos ocurren demasiado pronto.
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