Investigadores argentinos desarrollaron este dispositivo que también es capaz de detectar enfermedades como diabetes, asma y o adicción al tabaco

Océano Medicina

Una nariz electrónica (o dispositivo con sistema olfatométrico) se encuentra en desarrollo en Argentina y busca conseguir la detección temprana de enfermedades como la diabetes, el asma y el tabaquismo.

La iniciativa es producto de una alianza multidisciplinaria entre la Fundación Argentina de Nanotecnología, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad de Buenos Aires, como parte del programa internacional Explorer, impulsado en Argentina por la Facultad de Ciencias Económicas.

El dispositivo Argentum Texne (SiSenCO2) ha sido programado para cumplir funciones de interés médico y es capaz de identificar, en muestras de pacientes, partículas relacionadas con cada una de las tres patologías, lo que le permite realizar múltiples diagnósticos.

“En el caso de la diabetes, la detección se realiza mediante cuerpos cetónicos (productos de desecho de las grasas) en la sangre, la orina o el aliento. La sensibilidad de nuestro equipo, junto con la vaporización laser, permiten detectar concentraciones muy pequeñas y en etapas tempranas”, explicó en un comunicado emitido por la Facultad el investigador Javier Rinaldi, quien lleva adelante el proyecto junto con su padre, el docente y científico de la Comisión Nacional de Energía Atómica Carlos Rinaldi.

“En un bebé, por ejemplo, sólo basta recortar un pedacito de un pañal y ponerlo a muestrear para tener una idea de si pertenece al grupo de enfermos o no”, añadió.

De acuerdo con el comunicado, el potencial de esta metodología no invasiva de diagnóstico se encuentra en que permitiría a los profesionales de la salud obtener resultados rápidos, sin realizar largos trámites en laboratorios, lo que se traduce en una menor inversión en equipos médicos y, también, en más oportunidades de iniciar cuanto antes el tratamiento del paciente.

Según explica Rinaldi, el equipo había logrado elaborar la primera nariz de este tipo hace dos años, pero necesitaba sensores importados que no sólo eran costosos de comprar y trasladar sino que, también, solían venir codificados con sistemas que les obligaban a cambiar elementos de su prototipo. “Así, decidimos empezar a desarrollar los propios. Hicimos una tecnología totalmente nueva, por deposición de nanopartículas”.

Este emprendimiento fue seleccionado como finalista para competir con otros cinco proyectos del programa Explorer en España, luego de haber sido destacado como una tecnología disruptiva. Los ganadores recibirán un premio de 3.000 euros para el desarrollo del proyecto y el asesoramiento gratuito por parte de profesionales.

“Es muy meritorio que hayan llegado a esta instancia”, destacó en el comunicado Gustavo Toscano, tutor en la capacitación en la UBA. “Este programa es una plataforma ideal para desarrollar proyectos en diferentes estadios, desde los que están comenzando con la idea hasta otros que ya están materializando un producto mínimo viable y planificando la comercialización, como el de Javier. Ellos tienen el conocimiento científico y necesitan que los acompañemos en el desarrollo del negocio. Es una sinergia muy gratificante”, añadió.

Referencias:

1 – Una nariz electrónica viaja a España como finalista. Económicas UBA, 2018.

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